A mediados del 2015 y de forma más que sorpresiva, Iker Casillas y Real Madrid decidieron separar sus caminos y alejarse luego de casi dos décadas trabajando a la par. El arquero español, mediante una emotiva conferencia de prensa en la que rompió en llanto, se despidió de su casa y se mudó a Portugal en busca de nuevos objetivos.

En diálogo con Revista Semana, el hoy en día ex arquero profesional que colgó los guantes y se retiró bajo los tres postes del Porto, rememoró su abrupta partida del conjunto Merengue y marcó: "La marcha del Real Madrid fue traumática, pero es mi casa. Rompimos como cuando se separa un matrimonio y te dices de todo. Hubo frases mal dichas y fuera de contexto, pero pasa el tiempo y todo se calma".

Marcando que su vínculo con Florentino Pérez sanó a los años de abandonar España, el hombre de la Selección de España destacó que el tiempo fue de gran importancia para arreglar sus cosas con el presidente Blanco. "Cuando pasaron dos o tres años, tuve una relación más tranquila con Florentino y me dijo: 'Tienes que estar aquí", completó.

Manifestando que existen chances de que vuelva a unir caminos con el Real Madrid, Casillas continuó: "Ahora en agosto hablaremos porque el Real Madrid es mi casa y mi vida. Hace poco Florentino me llamó para hacerme una oferta y ahora, cuando vuelva a Madrid, hablaremos".

Remorando aquel fatídico día en el que sufrió un infarto, el ex arquero manifestó que el fatídico evento en cuestión lo ayudó a sentar cabeza y fue de gran importancia para que él cambie su forma de ver las cosas: "Hace un año yo estaba con unos amigos cenando y al día siguiente me dio un infarto y todo cambió. Y porque el médico estuvo rápido, que si no, me hubiese ido. A partir de entonces a mí me cambió la cabeza totalmente. Un golpe así te hace poner los pies en el suelo, te quita la chulería rápido".