El Velódromo fue testigo de lo que le espera a Kylian Mbappé hasta que termine su temporada en la Ligue 1 con PSG. Luis Enrique le retiraba del Clásico con Marsella en una secuencia que ha dado para posteos en redes sociales, caras largas y hasta supuestos insultos que no han podido ser confirmados. No es la primera vez que el asturiano choca con un peso pesado de sus clubes. Con Lionel Messi o Francesco Totti la cosa terminó de la mejor manera.

El entrenador del PSG es un carácter de piedra. El mismo lo ha reconocido y tras el caso Mbappé no dudó en hablar de una toma de decisiones que seguirá en marcha más allá de quien sea el ‘afectado’. Kylian es el último en chocar con una personalidad fuerte y que por medio de la autoridad refuerza su figura dentro de los vestuarios. Los precedentes le dan la razón: “Si no entiendes mis decisiones, no me importa”.

Hay un historial a mirar en este sentido. Todo empezaba por la temporada 2011-2012. Luis Enrique llegaba a una Roma donde Totti era emperador en todos los sentidos. Los cambios tácticos del asturiano, sus medidas en la Loba y tres partidos seguidos como suplente para el Capitano hacían saltar la polémica. El actual DT de Luis Enrique hablaba en rueda de prensa tras ver al ‘10’ italiano con una camiseta que rezaba ‘Basta’ en un entrenamiento: “Un equipo no está compuesto por un único jugador, sino por un grupo formado por muchas individualidades”.

“Es un numero uno, como persona y como entrenador. Tuve la posibilidad de conocerlo y solo puedo tener buenas palabras”, respondería Totti meses más adelante. La cosa se recuperó en pro de una Roma que terminaría la temporada como séptimo en la Serie A. Luis Enrique dejaba la capital para poner rumbo a Galicia, tierra donde también tuvo roces con la figura del ícono del Celta de Vigo Iago Aspas. ¿El resultado? Choque de personalidades que poco a poco mutó en un amor eterno. Del odio al cariño hay un paso.

Luis Enrique y Totti por Roma: IMAGO

Luis Enrique y Totti por Roma: IMAGO

Y sino que se lo digan a Lionel Andrés Messi en Barcelona. La Pulga y Luis Enrique ni mucho menos empezaron bien su relación en Cataluña. El asturiano le dejó en el banco durante 90 minutos en una derrota contra Real Sociedad en San Sebastián que por poco pone sus dos pies fuera del club. Leo se negaría a entrenar días después en una práctica abierta al público. Todo parecía derivar en un divorcio total. ¿Resultado? Triplete con LaLiga, Copa del Rey y la última UEFA Champions League del conjunto culé.

Del odio al amor en un paso

“Dos personas de carácter y con una fuerte presión encima también pueden cometer un error. Se solventó, se arregló. Ningún problema. Ninguno”, reconoció años más tarde Luis Enrique sobre Messi. Con Jordi Alba se vivió una situación similar que derivó siempre de la misma manera. Mano derecha con sus estrellas, una fórmula que al asturiano le ha dado provecho en más de una ocasión.

Messi y Luis Enrique, del odio al amor en Barcelona: IMAGO

Messi y Luis Enrique, del odio al amor en Barcelona: IMAGO

¿Por qué Mbappé juega cada vez menos?

En PSG todos cuentan con su marcha. Hay que poner en marcha un nuevo proyecto donde Luis Enrique seguirá al frente del barco. El asturiano ha analizado en ocasiones la necesidad de ir probando fichas para un Paris Saint Germain 2024/2025 que salvo giro de 180 grados, será sin Kylian Mbappé en su ataque.

Encuesta ¿Acierta PSG usando cada vez menos a Mbappé en la Ligue 1?

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