En una pelea que prometía mucho más de lo que finalmente terminó dando, Julio César Chávez Jr. se terminó imponiendo a Uriah Hall por decisión unánime tras combatir durante seis rounds. De esta manera, el mexicano amplió su excelente récord pero dejó más dudas que certezas para el futuro.

En cuanto al combate en sí, no hubo grandes momentos destacados. De hecho, lo que más parecía primar era la calma, ya que no existían grandes arrestos que pusieran a uno o a otro en apuros. Eso fue lo que le terminó dando la pelea a Chávez Jr., quien, con muchísima más experiencia que su rival, pudo dominar el cuadrilátero en su totalidad y saber recibir, pero también dar.

Pese a que pelearon en la categoría crucero, no hubo golpes de gran impacto. Ambos tuvieron sus momentos, pero tanto en distancias largas como cortas el que se terminaba imponiendo, más por jerarquía que por otra cosa, era el mexicano.

El público abucheó a Julio César Chávez Jr.

Cuando se comunicó la decisión de los jueces de dar a Chávez Jr. como el ganador de la contienda, el mexicano alzó sus brazos con una alegría controlada. Cuando tomó la palabra recibió algunos abucheos por parte del público presente, que esperaba ver un show mucho más agradable. Por eso, el hijo de la leyenda dijo que entendía esos reproches y no decidió confrontar con los espectadores de Florida.

Julio César Chávez Jr recibió una fuerte reprobación del público tras su victoria ante Uriah Hall. Instagram (jcchavezjr)

Ahora su récord personal quedó con 61 peleas que tienen números de 54-6-1 con 34 éxitos por la vía del nocaut. Lo que sigue para Chávez Jr. es continuar recuperando ritmo, porque por momentos parecía que la hazaña era haber dejado atrás todos sus problemas por fuera del cuadrilátero más que estar en condiciones de, verdaderamente, dar un combate boxístico.

La satisfacción del mexicano estuvo en haber dado un paso más que importante de su vida alejándose de las adicciones que durante tanto tiempo lo perjudicaron y recuperar esa sensación de alegría que tenía cuando se subía al cuadrilátero. Por eso, a la hora de elegir su próximo rival lo hizo con mesura pero apuntó alto. Será cuestión de tiempo ver lo que le depara el futuro al experimentado de 38 años.