Persevera y triunfarás, resiliencia, constancia, amor propio y orgullo. Todas estas frases o palabras son mejor resumirlas en un solo nombre: Daniel Jacobs. Estadounidense, nacido un 3 de febrero de 1997 en Nueva York, tuvo una infancia bastante complicada y, de hecho, el boxeo llegó a su vida por un niño que le hacía bullying que lo obligó a defenderse. Se crió con su madre y su abuela, estuvo en silla de ruedas y le dijeron que no iba a volver a caminar, pero se recuperó y brilló ante el mundo. Una pequeña introducción de un protagonista que tiene una vida de película.

La impactante historia de vida de Daniel Jacobs

“Un niño siempre me hacía bullying, entonces me metí a boxear y le di su merecido. Nunca más volvió a aparecer”, recuerda Jacobs sobre sus inicios en el deporte. Con su última pelea en 2024, Daniel culminó su gran carrera en el boxeo como campeón del peso mediano y con un récord de 37-5 con 30 victorias por la vía del nocaut. Su legado dentro de los cuadriláteros será imborrable, pero más mencionada será su milagrosa recuperación de cáncer, en la que lo expertos no tenía fe de que fuera tan exitosa.

El 2011 quedará en la memoria de Jacobs para siempre como el año en el que le comunicaron una de las peores noticias que puede recibir un ser humano. Tenía cáncer. Exactamente, el diagnóstico arrojó osteosarcoma, una enfermedad oncológica que ataca directamente los huesos y que, en su caso, le provocó parálisis facial y la imposibilidad de caminar.

Apenas tenía 24 años, pero su vida había cambiado por completo. En total, tuvo que atravesar 25 sesiones de radioterapia y una larga cirugía que le permitió poder extirpar el tumor. Aunque los profesionales le llegaron a decir que nunca volvería a caminar, él no se rindió y siguió con sendero. Como desde el inicio de la vida misma, Daniel volvió a aprender a andar por sus propios medios y, sumado a la fisioterapia, pudo recuperar la movilidad.

Recuerdo estar tan débil durante la fisioterapia que ni siquiera podía levantar una mancuerna. ¡Una mancuerna de dos kilos y medio! ¿Te imaginas ser un atleta de talla mundial, uno de los más fuertes y rudos de tu deporte, y no poder levantar una mancuerna? Fue realmente difícil de aceptar”, contó en su momento Jacobs muy conmovido.

Y además agregó: “Si no superas los retos difíciles, nunca sabrás de qué estás hecho. Sé que no hay nada en la vida que no pueda afrontar ni lograr. Era una cuestión de vida o muerte para mí y he vencido a una de las peores cosas del mundo: el cáncer. Así que, para mí, la fortaleza mental que he obtenido de esto no tiene precio. Ahora disfruto cada día. Vivo el día, vivo el momento, no vivo el futuro inmediato. Sí, podemos planear para el futuro, pero hay una diferencia entre vivir el día y disfrutar lo que tienes por delante en el momento, en lugar de vivir para el futuro”.

Como si su recuperación fuera poco, Jacobs emprendió el camino hacia la gloria absoluta y se transformó en campeón del mundo en el peso mediano en 2018, cuando venció a Sergiy Derevyanchenko, para extender su reinado hasta 2019. En este último año, se cruzó en su camino un tal Canelo Álvarez. Saúl llegaba con un envión tremendo y en uno de los mejores momentos de su carrera, por lo que fue el gran favorito para una contienda que terminó siendo mucho más igualada de lo que se podía imaginar en la previa. De cualquier manera, la victoria terminó quedando en manos del mexicano.

Canelo Álvarez y Daniel Jacobs se enfrentaron en 2019 en un combate que terminó quedando en manos del mexicano. (GETTY IMAGES)

Claro, luego de haber vencido a una enfermedad mortal y a los múltiples diagnósticos que le señalaban que no volvería a caminar, un reto deportivo no iba a generar que Daniel se hiciera a un lado. Por esa razón, el duelo ante Canelo es uno de los más recordados en su trayectoria, porque simboliza perfectamente su camino: de ser considerado como una gran promesa, a perderlo todo y resurgir para brillar ante los ojos del mundo. Una vida que no es para cualquiera…

Párrafo aparte para el lado solidario de Jacobs. Muy afectado por la realidad que le tocó vivir, Daniel decidió abrir en el año 2013 una fundación llamada Get In The Ring para poder ayudar a niños pacientes oncológicos. Su misión e intención es poder brindar todas las herramientas posibles en conjunto con médicos y empresas para que más vidas se salven y dejen atrás los distintos tipos de cáncer que existen.

“Desde el primer día que ingresé al hospital hasta hoy, la lección más importante que he aprendido es la de retribuir a los demás y ayudar a quienes lo necesitan. Yo era de esas personas que necesitaban que alguien me diera fuerza y ​​me diera la capacidad de creer en mí mismo. Así que, si puedo ser ese desahogo para otros, especialmente para los niños, siento que realmente necesito serlo. No tengo palabras para describir la alegría que siento simplemente ayudando a los demás”, explicó Jacobs.