En un mundo ideal, los niños deberían vivir rodeados de felicidad y sin ningún tipo de problemas. Esto no sucede y muchas infancias se ven amargadas por pobreza, hambre o incluso violencia. Devin Haney es un claro ejemplo de lo mencionado y, aunque ya ha llegado a ser campeón del mundo en dos divisiones distintas, el camino fue muy duro para él. Sin el apoyo de su padre, su carrera no habría sido tan exitosa y por eso mantienen una relación tan unida hasta el día de hoy.
La gran historia de vida de Devin Haney
Apenas 26 años de vida le bastan a Haney para tener una historia que muchos llegan a construir en décadas. No se trata de romantizar los malos momentos, pero una vez ocurridos hay que lidiar con ellos y luego de ser superados darles el mérito correspondiente. Muy pocos son capaces de alcanzar la gloria absoluta y más en un mundo tan difícil como lo es el deportivo. Para Devin, nacido el 17 de noviembre de 1998 en San Francisco, California, lo más anhelado en su trayectoria le llegó con apenas 19 años, algo que vino a validar todo el esfuerzo hecho.
Cuando tenía apenas 7 años, su padre Bill fue el encargado de hacerle conocer el mundo del boxeo. Luego de que el pequeño Devin llegara a casa con heridas de una pelea escolar, su progenitor lo llevó hasta un gimnasio y le dijo que allí encontraría niños con más ganas de pegarse. El resto es historia, ya que desde ese día que The Dream no se alejó nunca más del deporte, hasta el punto de convertirse en una de las estrellas más importantes del momento. “La voz de mi padre es algo que siempre escucho, no importa cuántos fanáticos haya en el estadio”, contó Devin en algún momento sobre Bill.
Su relación con México y su bautismo como el nuevo Floyd Mayweather
Su desarrollo fue bajo los parámetros normales, pero cuando estaba a punto de cumplir los 18 años recibió un duro revés por parte del Estado de California que le negó la licencia. Para no detener su carrera, decidió emprender un viaje hacia México, donde debutó como profesional y se comenzó a ganar el respeto del mundo del pugilismo, que no sabía que unos años después lo verían campeón. En Tijuana, tuvo su primera pelea profesional ante el local Gonzalo López, a quien despachó en apenas 35 segundos con un espectacular nocaut.
Se dice que por aquellos tiempos se hablaba de un joven muy parecido a Floyd Mayweather, que tenía todo para continuar con el legado que había dejado la leyenda. Pasó el tiempo y Haney llegó a ser campeón del mundo en 2019 en el peso ligero y de manera unificada en 2022, para luego, en 2023, obtener el trono CMB de los superligeros. Actualmente no cuenta con ninguna corona, pero está listo para enfrentar a quien ha sido su máximo rival hasta ahora. En abril de 2024, fue derrotado por Ryan García, pero luego King fue suspendido por doping y desde entonces se ha estado trabajando en una revancha que está a punto de oficializarse en el peso wélter, categoría en la que ambos debutaron a principios de mayo.
El boxeo de Haney es técnico, rápido e inteligente. Se trata de un pegador, pero que también tiene la capacidad para desgastar a sus rivales sin caer en el error. Esto le ha permitido vencer, por ejemplo, a una figura absoluta como lo es Vasyl Lomachenko en 2023 y contar con un impresionante récord de 32-0 con 15 nocauts. Actualmente su camino parece en el momento justo en el que sale de un leve estancamiento para volver a crecer buscando la gloria que supo conseguir hace no mucho tiempo.
