Así como antes de la llegada al mundo de la pandemia de coronavirus parecía que la UFC estaba superando al boxeo como máquina de hacer dinero, en la reanudación de las actividades esta tendencia comenzó a revertirse y actualmente el dinero que está generando el boxeo es muy superior al de las artes marciales mixtas.

Un claro ejemplo de ello es que Francis Ngannou, campeón de peso pesado de UFC, se llevó un cheque de 600 mil dólares luego de defender con éxito el cinturón ante Ciryl Gane en el que posiblemente haya sido el mejor combate que puede ofrecer la categoría. Tyson Fury, campeón mundial de peso pesado del CMB, se llevó en cambio 30 millones de dólares por su trilogía ante Deontay Wilder.

No es extraño, entonces, que el propio Ngannou haya expresado ya su deseo de hacer experiencia en el boxeo, no solo porque es un deporte que lo apasiona sino porque además cree que lo ayudaría a generar una verdadera diferencia económica en su carrera como peleador; especialmente porque le apuntó a nombres capaces de generar mucho dinero como el propio Fury y Deontay Wilder.

El Rey de los Gitanos, que todavía se debate en realizar una defensa mandatoria ante Dillian Whyte o un combate por el campeonato mundial indiscutible ante Oleksandr Usyk, ya respondió que no tendría ningún problema en recibir a Francis Ngannou en el cuadrilátero.

Más duro fue precisamente después de ver cuánto cobró el camerunés tras pelear ante Ciryl Gane. “Felicitaciones Francis Ngannou. Pero si quieres ganar dinero real, ven a ver al Rey de los Gitanos” , le escribió a modo de burla desde su cuenta de Twitter.