Merab Dvalishvili expuso por primera vez su título del peso gallo. El georgiano se enfrentó a Umar Nurmagomedov este sábado 18 de enero en el marco de UFC 311 en una pelea muy intensa. El triunfo terminó quedando en manos de Merab después de luchar de manera intensa durante cinco rounds. El triunfo fue unánime con tarjetas de 48-47 y una 49-46.

Así fue la pelea entre Merab Dvalishvili y Umar Nurmagomedov en UFC 311

Como se había analizado en la previa, lo que se esperaba era un duelo muy técnico, trabajado y fue eso lo que se vio en el octágono. Ninguno de los dos iba a resignar su estilo de presión, intento de derribo y poner a su rival con la espalda contra la lona. En ese contexto, el que tomó la iniciativa fue el ruso, pero con el correr de los minutos se fue apagando.

Ambos se mostraron presupuestos a intercambiar en el centro del octágono sin priorizar su arma principal, que es el derribo. En ese terreno, Umar se mostró más sólido a la hora de conectar. Además, el ruso lució un poco más contundente y por eso se adelantó en la contienda.

Para el segundo capítulo, se mantuvo la tónica y Nurmagomedov comenzaba a mostrarse más convincente. De hecho, llegó a conseguir un derribo aunque el tiempo de control fue poco porque enseguida se pusieron de pie. La distancia que mantenía Umar le estaba dando la clave con patadas frontales y un jab que se volvían incontrolables para Dvalishvili. El georgiano buscó derribar, pero no tuvo éxito y el combate se encaminaba para un solo lado.

Pasada la mitad de la pelea, Dvalishvili se acordó de pelear y comenzó a sacar su mejor repertorio. A partir de la tercera vuelta conectó más, llegó a derribar y su presión comenzó a surgir efecto. Así mismo extendió su dominio en la cuarta vuelta y todo se definió en la última, con ambos muy cansados, tirando lo último que les quedaba para ser campeones del mundo.

Umar parecía no tener más nada en el tanque de gasolina y buscaba mantener la distancia contra un Merab que repetía la fórmula: volado e intento de derribo. Nurmagomedov defendió excelente y el último capítulo terminó siendo demasiado igualado. La balanza se inclinó para el georgiano. El gran cardio del campeón le permitió quedarse con la victoria en una decisión dividida que para muchos será polémica, pero la realidad es que terminó siendo más que justa.

Ahora, queda la mesa servida para que aparezca nuevamente en escena Sean O’Malley. El estadounidense fue despojado de su cinturón en septiembre del año pasado y ya ha manifestado que está listo para volver por lo que fue suyo. En ese contexto, habrá que esperar porque la categoría de las 135 libras tiene un tridente interesante que se disputa una corona muy buscada en la compañía.