UFC se caracteriza por ser una máquina de generar estrellas del más alto nivel en el mundo de las artes marciales mixtas. Francis Ngannou (17-3-0) es un hijo pródigo de la casa que hace un tiempo ha decidido emanciparse como quien rompe la relación con sus padres. Justamente, desde la organización quieren empezar a dejar bien claro quien manda y por eso se busca que su legado empiece a quedar en el pasado.
La historia de Francis Ngannou dentro la UFC
El camerunés de 37 años mantuvo una rivalidad con Stipe Miocic y en 2021 se impuso ante el estadounidense para adueñarse el cinturón de los pesos pesados de la UFC. Cuando parecía que su carrera pintaba para largo dentro del mejor octágono del mundo, las cosas empezaron a cambiar de un día para el otro y Ngannou fue perdiendo el protagonismo que él mismo se había ganado.
Lo que sucedió fue que la relación entre Ngannou y la UFC se empezó a desgastar por los pedidos del campeón para que los luchadores reciban mejores condiciones en todos los aspectos, ya sea desde los salarios y pagos por peleas que perciben hasta la cobertura médica que se les provee. El chocar contra una empresa tan grande, simplemente le abrió la puerta de salida y por eso fue que Francis buscó otros destinos.
“Todo es parte de ésta industria y eso es algo que aprendí este año. Aprendí que este negocio puede ser desagradable. Hay personas que pretenden ser algo que no son. Pero lo tomé como un proceso de aprendizaje. Convertirse en peleador también requiere ocupar esa posición para negociar sobre la que no estás educado. La mayoría de los peleadores nunca reciben educación y es por eso que, en su mayor parte, siguen siendo estafados por los empresarios. Espero haber mostrado que hay otro camino”, sostuvo Ngannou tras alejarse de la UFC.
Desde el 2023 que está adentrado en el mundo del boxeo y ya ha tenido la oportunidad de pelear contra grandes pugilistas, entre los que se encuentran, nada más y nada menos, Tyson Fury. Con el gigante inglés cayó en una decisión ajustada y, a partir de allí, se ganó el respeto de otros colegas para ser bien considerado dentro del mundo del cuadrilátero.
Actualmente en el mundo de la UFC no se habla de Francis Ngannou ni tampoco se lo hará, ya que, pese a todo el tiempo de gloria que vivió hasta enero de 2022 (fecha de su última pelea), su nombre es sinónimo de mala palabra en la empresa más grande del mundo en las MMA.