En muchos combates de UFC, el público se aburre y reprueba las presentaciones de aquellos luchadores que no intercambian golpes y optan por otras estrategias. Para dejar todo tipo de reclamos a un costado, Mateusz Rebecki y Myktybek Orolbai entregaron un combate sangriento que no fue apto para impresionables. Los dos terminaron irreconocibles…
Aunque en la previa no había muchas expectativas por lo que podía llegar a pasar, lo cierto es que el duelo superó por mucho lo que se esperaba de él y todos los presentes en el Etihad Arena de Abu Dabi terminaron de pie reconociendo a estos dos guerreros, que no frenaron sus ataques ni un solo segundo de los nueve minutos que duró la pelea.
Así quedaron Mateusz Rebecki y Myktybek Orolbai en UFC 308
La imagen más impactante quedó, sin dudas, con el ojo derecho de Orolbai, que quedó completamente desfigurado producto de una inflamación que lo dejó sin visión y con el rostro irreconocible. Antes de que comience el tercer asalto, el médico de la organización lo revisó, pero superó la prueba y pudo completar la pelea, aunque para el sentido común daba la sensación de que no estaba en condiciones de seguir.
Esta es la brutal imagen del ojo de Myktybek Orolbai en UFC 308
Finalmente, se completaron los tres asaltos y el ganador fue Rebecki por decisión dividida con dos tarjetas a su favor con números de 29-28 y la restante para Orolbai con el mismo resultado. Fue una verdadera guerra en la que el vencedor también concluyó el enfrentamiento muy lastimado y bañado en sangre propia y en la de su rival.
La pelea fue, sin dudas, merecedora de ganar el premio al mejor combate de la velada y no solo por la espectacularidad que mostraron ambos dentro del octágono, sino por la garra y el corazón que le pusieron a situaciones que cualquier otro luchador no hubiera podido atravesar como lo hicieron ellos. Eso sí, ahora a descansar y pensar en el 2025…