Una de las grandes postales del 2021 en el mundo del deporte fue ver a Saúl Canelo Álvarez y a Julio César Chávez estrecharse en un abrazo en la despedida del César en el Estadio Jalisco. Por otro lado, el ídolo mexicano no vive los mejores momentos con su familia luego de que haya confesado, entre lágrimas, que sus hijos, Chávez Jr. y Ramón, no le hablan porque subió al ring al Tapatío.
Sin dudas el pasado 19 de junio se vivió una verdadera fiesta en Jalisco debido a que se realizó a última presentación del gran campeón mexicano. La historia situó al nacido en Obregón frente al hijo de Héctor el Macho Camacho, quien fue uno de los verdaderos rivales que tuvo la Leyenda del boxeo a lo largo de su carrera.
Por otro lado, en el último round, Chávez subió Canelo Álvarez a su rincón, actitud que parece que no le cayó nada bien a sus hijos. “Ha sido muy difícil para mí, muy complicado, la verdad, la relación con mis hijos. Yo los adoro, los quiero mucho, pero ahorita no me hablan, están enojados porque subí al Canelo, ahora que hice la exhibición. Porque el Canelo se subió al ring conmigo, que por qué no subieron ellos”, expresó el César en diálogos con Yordi Rosado.
Y agregó: “El muchacho (Saúl Álvarez) estaba bien alegre, yo lo subí porque me nació, ustedes son mis hijos, ustedes se hubieran subido. Y se enojaron conmigo y no me hablan. Ha sido duro, porque a veces he tenido que internar a mis hijos y eso como padre duele mucho”.
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A su vez, en la entrevista con Yordi Rosado, Julio César Chávez comentó que está un poco triste ya que saben que han tenido una vida difícil entre las adicciones y crece en el boxeo bajo su sombra. “Siempre ha sido complicado la vida con mis hijos por las comparaciones que ha habido siempre, sobre todo en el boxeo. Luego ver a su padre caer en lo más bajo, ver cómo hizo sufrir a su madre, ellos seguir los mismos pasos de su padre”, finalizó el César entre lágrimas.