Este sábado, Julio César Chávez se despidió de los fanaticos realizando con 58 años el último de sus combates de exhibición ante Macho Camacho Jr, en un Estadio Jalisco que vibró viendo en acción por última vez a quien para una amplia mayoría es el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos.
Ni siquiera Saúl El Canelo Álvarez, multicampeón mundial con quien El César ha tenido siempre una relación con vaivenes que no fueron producto de otra cosa más que del ego de ambos, quiso perderse la función del adiós, aunque sin saber que terminaría convirtiéndose también en protagonista del mejor momento de la noche.
Para antes que comenzara el cuarto asalto y definitivo, luego de quitarse la careta como había prometido pero dejándose convencer para volverselo a poner, Julio César Chávez localizó al tapatío en la primera fila y lo invitó a subir. Este primero sonrió pensando que El César no hablaba en serio, pero luego accedió al entender que quería tenerlo en su esquina para salir a pelear en último round de su vida.
Allí, sobre el cuadrilátero, se dio el encuentro que será leyenda. Primero fue el abrazo y después ambos se soltaron palabras de elogio.“Gracias a Canelo, aquí tienen al mejor peleador mexicano de la actualidad y posiblemente el mejor de la historia, las comparaciones no son buenas. Canelo tiene todo lo que tiene a base de esfuerzo, perseverancia y disciplina, con todo el respeto que te mereces, eres un peleadorazo cabrón”, le dijo El César.
“Yo siempre he dicho que usted va a ser el mejor. Es un honor verte por primera vez en vivo. Gracias por hacer esto por los peleadores”, le respondió El Canelo, quien luego se quedó arriba del cuadrilátero para tomarse algunas fotos junto a la leyenda y recibir él también una auténtica ovación.