A la vez que lidiaba con la obligación de concederle a Deontay Wilder la trilogía de combates, de la que finalmente salió ganador, Tyson Fury estuvo buscando durante más de un año la posibilidad de pelear por el campeonato mundial indiscutible de peso pesado. Ante Anthony Joshua, primero. Ante Oleksandr Usyk, después.

Por diferentes circunstancias, esa pelea nunca se cerró. El Rey de los Gitanos dejó pasar incluso algunas oportunidades de subir al cuadrilátero tomando otros desafíos mientras esperaba que se concretara su deseo. Se frustró y por primera vez amagó con el retiro. Luego llegó el acuerdo para defender su título mundial del CMB ante Dillian Whyte, en un duelo cien por ciento británico que genera gran entusiasmo en el Reino Unido y que tendrá lugar este sábado en Wembley.

Pareció que esa pelea lo motivaría para seguir con su carrera un tiempo más. Sin embargo, a días del cara a cara y aunque no terminó de confirmarlo abiertamente, Tyson Fury deslizó que el sábado muy probablemente sea la última función. Habrá que hacerse a la idea, entonces, de que el boxeo está muy cerca de perder a un gigante.

"Estaré feliz de volver a Morecambe y que me dejen solo. Voy a borrar mi Instagram, me estoy alejando de eso de ser una estrella. Quiero que me dejen sola para vivir mi vida normalita", expresó el campeón mundial de peso pesado del Consejo Mundial de Boxeo y dueño del cinturón de la popular revista The Ring.

¿Qué desafío podría hacer que Tyson Fury retrase su retiro?

Hasta que Tyson Fury no termine por confirmar que estará retirado del boxeo, hay desafíos por delante que podrían hacerlo cambiar de parecer y son precisamente los que estuvo esperando sin éxito desde hace tiempo. Un combate con Oleksandr Usyk por el campeonato mundial indiscutible sería imposible de rechazar. Aunque también una pelea que dirima en el cuadrilátero su ya clásica rivalidad con Anthony Joshua, incluso si este no tiene cinturones que poner en juego, podría tentarlo.