Todavía queda un campeón mundial en la división de peso súper mediano que no es Saúl El Canelo Álvarez, coronado el pasado 6 de noviembre como indiscutible tras vencer a Caleb Plant y obtener el último de los cuatro grandes cinturones que se reparten en esa categoría.

Se trata de David Morrell, quien ostenta el cinturón Regular de la AMB, un título secundario que ayer mismo defendió con éxito en el combate estelar de la cartelera que fue montada en la Armory de Minneapolis, venciendo en el cuarto asalto a Alantez Fox por decisión de la esquina del retador.

El peleador cubano, que hizo estragos como amateur y se convirtió en campeón mundial en el que apenas fue su tercer combate profesional, marcó el terreno desde el primer asalto, impactando con todo su arsenal la humanidad de Fox. Logró el derribo que había salido a buscar en el cuarto asalto y pese a que su oponente se recuperó durante la cuenta de protección, tardaría apenas unos segundos más en liquidar la faena.

Como dueño del título mundial Regular de la AMB, Morrell sabe que tiene una gran carta para jugarse el año próximo y espera que esa condición lo lleve a Saúl El Canelo Álvarez, quien de momento, sin embargo, está haciendo planes en otras divisiones, pues se espera que enfrente a Illunga Makabu por el título mundial de peso crucero del CMB.

El cubano no tiene pensado subir de división, sino que más bien esperará en las 168 libras a ver qué sucede con Canelo, pues si se instala en otra categoría quedarán vacantes los cuatro grandes cinturones que hoy le pertenecen.