Previo a la pelea que tuvo lugar este sábado en la T-Mobile Arena de Las Vegas, Deontay Wilder aseguró haber realizado el mejor campamento de entrenamiento de toda su carrera. Lo confirmó durante el pesaje y también durante su ingreso al cuadrilátero, donde sencillamente lució espectacular.

Lo confirmó también por la resistencia que tuvo ante el salvaje castigo que le propinó Tyson Fury, pues cualquier otro peleador en la categoría, nos atrevemos a decir que incluso el flamante campeón Oleksandr Usyk y el destronado Anthony Joshua, hubiera sucumbido antes de ese undécimo asalto en que quedó consumada su derrota.

Pero no fue suficiente. Otra vez se quedó con las manos vacías ante el Rey de los Gitanos. Entonces, una vez recuperado del brutal nocaut, Deontay Wilder expresó su decepción por no haber podido tener el desquite que había esperado durante más de un año y medio.

"Hice lo mejor que pude, pero no fui lo suficientemente bueno. No estoy seguro de lo que pasó. Sé que en los entrenamientos hizo ciertas cosas, y también supe que no llegó al 277 para ser bailarín de ballet. Vino a apoyarse en mí, a tratar de maltratarme y lo consiguió", expresó después de la pelea.

Si bien esta vez no habló de ningún tipo de conspiración, de nuevo Wilder le negó a Tyson Fury el crédito de ser un gran campeón mundial. Y lo más importante, un campeón mundial legítimo. Eso molestó al británico, quien dijo no entender el pensamiento del estadounidense a quien sí le reconoció ser el segundo mejor peso pesado del planeta, solo por detrás de él.