Después de derrotar por nocaut técnico en el sexto asalto a Charles Martin, el primero de enero en el Seminole Hard Rock Hotel and Casino de Hollywood, Luis Ortiz dijo que estaba listo para efrentar a cualquier peleador que estuviese en el camino que lo lleve a la oportunidad de pelear por un título mundial en la división de peso pesado.

Curiosamente, esa oportunidad le llegó mucho antes de lo esperado porque apenas unos días después la FIB lo invitó a participar de una Eliminatoria ante Filip Hrgovic, de cuyo ganador saldría un retador obligatorio al título mundial que, como el de la AMB y la OMB, ostenta Oleksandr Usyk.

Pero después que el peleador croata diera respuesta afirmativa al desafío, Ortiz lo rechazó alegando una lesión en la mano izquierda que habría sufrido durante esa pelea de inicio de año ante Charles Martin. "Básicamente, Luis tenía una fractura mínima que debería poder curar sin problemas, pero con algo así no quiere correr ningún riesgo", dijo su agente Jay Jiménez.

La Federación Internacional de Boxeo salió entonces a buscar un reemplazo para Ortiz, que ve así pasar una gran oportunidad de acercarse a una pelea de campeonato mundial, y dieron con Tony Yoka, peleador francés de 29 años que se encuentra invicto en los 11 combates que lleva realizados como profesional, habiendo ganadoi por nocaut en 9 de ellos.

Se otorgará un período de negociación libre de quince días si Yoka acepta la invitación de la FIB. Ninguna de las partes puede llegar a un acuerdo para otro combate una vez que se ordene formalmente. Si Yoka declina, se requiere que la FIB continúe en la línea hasta encontrar un retador disponible. Los contendientes de peso pesado clasificados después de él son Joe Joyce y el alemán Agit Kabayel.