Toluca no levanta cabeza en el Clausura 2022, y vive horas de preocupación ya que podría terminar siendo el equipo que deba pagar una millonaria multa de 33 millones de pesos. Este domingo, los Diablos Rojos sufrieron una dura derrota como local, por 2-4 ante Atlas. El equipo dirigido por Ignacio Ambriz se ubica 14° y aún mantiene esperanzas de clasificar al Repechaje, pero el semestre hasta el momento ha estado lejos de ser positivo.
“No soy un tipo que me haga a un lado, nunca me ha gustado. Sé que me queda un partido, después es decisión de la directiva. Si yo estuviera del otro lado, diría ‘Nacho, termine el torneo y hágase a un lado’. La vida es de resultados y hoy no se me da”, expresó Ambriz al término del encuentro que le propició al Toluca la tercera derrota consecutiva en este certamen de la Liga MX.
Los Diablos Rojos no pueden levantar cabeza en el certamen y registran una de sus crisis más importantes en los últimos años. Por eso, Ignacio Ambriz no elude la autocrítica: “El grupo habló conmigo por las necesidades que teníamos. Se juntaron los muchachos, hablaron de su participación, que necesitábamos que el grupo estuviera unido para pelear un partido importante. Soy el responsable, hoy soy el más malo entrenador, el fútbol es así”, opinó el entrenador de 57 años.
A la crisis futbolística, se le suman los problemas económicos, ya que en caso de que gane Querétaro, superará a Toluca y lo dejará en posición de pagar una millonaria multa. Ambriz también opinó al respecto: “Tengo que esperar el partido, como se dio, como quedaron, saber si tienen un resultado adverso, o se nos van un punto arriba. En la última reunión con el consejo, yo me hacía responsable de que la multa no se pagaba, hoy sigue estando en un hilito, pero el mal torneo no me lo quita nadie”, reconoció.
Un reclamo particular
Se jugaba la segunda mitad del encuentro entre Toluca y Atlas, cuando los Zorros se encontraban en ventaja y la afición local acabó por perder la paciencia. Ante esa situación, la barra Toluca decidió retirarse de la tribuna para reclamar por los malos resultados y rendimientos del equipo en el último semestre. Hasta los tambores quedaron en la grada, mientras que Toluca sumo así su tercera caída en fila.