Los fanáticos de la UFC esperan con ansias que el calendario indique la llegada del sábado 10 julio, fecha en la que Conor McGregor y Dustin Poirier se verán las caras por tercera vez en la T-Mobile Arena de Las Vegas. Hasta el momento se han repartido una victoria por lado, con el irlandés saliendo vencedor en 2014 y el estadounidense ganando la revancha, el último 24 de enero.

Para comenzar a hacer la previa de un combate que promete grandes dosis de acción y adrenalina, nos encargaremos en esta ocasión de repasar lo que dejaron las acciones de esa revancha que tuvo lugar a inicios de año en los Emiratos Árabes, donde tuvo lugar la venganza de Poirier.

Después de una prolongadísima inactividad y de amagar varias veces con el retiro, Conor McGregor se había recuperado de la derrota ante Khabib Nurmagomedov venciendo con un espectacular nocaut en el primer asalto a Donald Cerrone y otra vez llegaba como favorito a verse las caras con Poirier, que venía de vencer a Dan Hooker en decisión unánime, también después de una derrota ante Khabib.

En Abu Dhabi, McGregor salió decidido a ganar el centro del octágono, pero Poirier no tardó en encontrar los flancos para filtrar sus primeros golpes al rostro y luego atribuirse el primer derribo de la noche. El irlandés no tardó en levantarse y pareció volver a dominar las acciones hasta que se consumió el primer asalto.

Otra vez McGregor tomó la iniciativa en el segundo y castigó parejo al estadounidense durante los primeros dos minutos. Pero en un abrir y cerrar de ojos se encontró con una mano izquierda de Poirier que lo afectó y sería el inicio del fin para él. Desde allí fue una seguidilla de golpes de Poirier hasta derribarlo, para seguir golpeándolo en el suelo hasta que el árbitro tomó la decisión de dar por acabado el combate.