Andrés Lillini inició en los Pumas de la UNAM su carrera como entrenador de futbol profesional en julio de 2020 y a poco de cumplirse los dos años en el banquillo de los Universitarios se ha ganado el respeto unánime de sus colegas y de la prensa especializada por el modo en que ha sabido administrar los recursos de su plantilla, explotando las cualidades de los futbolistas de mayor recorrido y promoviendo a muchos otros desde las Fuerzas Básicas.

Con Pumas clasificado a la final de la Liga de Campeones de Concacaf y peleando por clasificar de manera directa a los cuartos de final del Clausura 2022 de la Liga MX, existe ahora un gran interés por saber qué decisión tomará en diciembre, cuando estará expirando su contrato con el equipo.

Esto tiene que ver con que el nombre de Lillini ya ha sonado en otros clubes mexicanos, especialmente en Chivas de Guadalajara como opción para reemplazar a Michel Leaño si es que no se consigue el objetivo principal de dar con el regreso de Matías Almeyda. "Nadie me dijo nada", fueron las primeras palabras que expresó el argentino cuando se le preguntó por el interés de otros clubes. 

“No me gusta andar diciendo cosas que no son. Creer, solamente creo en Pumas y en este proyecto que Leopoldo Silva me dejó comenzar y lo voy a seguir defendiendo seguramente acá en el club", profundizó sobre su futuro, en declaraciones que sin dudas darán gran tranquilidad a los fanáticos de la UNAM.

¿Por qué Lillini no acordó todavía prolongar su vínculo con Pumas?

Si bien Andrés Lillini deja muy a la vista su deseo de seguir ligado a los Pumas de la UNAM, entiende que con una final de Liga de Campeones de Concacaf en el horizonte, título que el club no gana desde 1989, no es el momento indicado para sentarse a negociar la extensión de su vínculo. “No es una cosa de estirar y especular la firma de un contrato, es solamente que estamos enfocados en esto (el equipo), no hay pretensiones de un lado o del otro", manifestó.