Start. Stop. No, esas no son las únicas dos funciones de un reloj deportivo. Aunque muchos corredores sólo utilizan esas dos funciones: comenzar el entrenamiento y detenerlo. Sin embargo, los relojes están pensados para poder satisfacer la mayor parte de las necesidades de los runners. Y poder programar los entrenamientos de las formas más variadas para, justamente, no tener que estar pensando en el reloj mientras se corre. Y, además, calendarizar el plan para saber cuándo, qué y cómo entrenar. Ideal.
No importa la marca, la mayoría de los relojes para corredores tienen estas funciones.
Hay muchas marcas de relojes en el mercado, entre ellos los relojes específicamente deportivos y los smartwatches que además se pueden conectar con las diferentes aplicaciones de running. Siempre habrá que chequear (antes de comprar un reloj sería lo ideal pero luego se puede hacer leyendo el manual correspondiente) qué tipo de funciones posee el modelo elegido, ya que pueden variar también dentro de la misma marca.
Entrenamientos
En la mayoría de los relojes se puede realizar un entrenamiento personalizado tanto desde el smartphone como desde una computadora con la app correspondiente. En algunos también puede programarse desde el mismo dispositivo, aunque es más complejo. En todos los casos, una vez que queda programado el entrenamiento debe realizarse la sincronización con el reloj para que quede grabado.
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El objetivo es programar el reloj para que mediante alarmas (sonoras o de vibración) pueda dar aviso para lo que sigue: en el caso de realizar intervalos o series se puede programar en distancia o tiempo (en metros recorridos o minutos de trote), también el tiempo o distancia de los descansos o periodos de recuperación; elegir también la cantidad de repeticiones necesarias, aún cuando sean de distinta duración.
También es posible programar el tiempo o distancia de la entrada en calor o retorno a la calma y hasta los ritmos mínimos o máximos (cuando se está por debajo del mínimo, la alarma lo indicará y lo mismo ocurrirá cuando esté por encima del ritmo máximo). También, si es que el reloj posee pulsómetro incorporado, cuando las pulsaciones estén por encima de lo estipulado o cuando las mismas ya hayan retornado a su ritmo normal.
Lo ideal es elegir un reloj de acuerdo a las necesidades.
De esta forma, el reloj se encargará de medir y contabilizar todo y la mente podrá estar atenta sólo a cumplir con esas órdenes previamente cargadas en el dispositivo. Además, las sesiones de entrenamiento quedarán guardadas en la aplicación por lo que no será necesario volver a cargarlas desde cero cuando se deban repetir, sólo incorporarlas al calendario en el día en el que deben realizarse.
Para los trotes largos también se pueden programar las variantes necesarias: ritmo, cadencia, tiempo, pulsaciones. Incluso puede crearse un fartlek que permita estar concentrado en el cuerpo y no en el reloj.
Garmin Connect es una de las apps más usadas.
Ante cualquier duda, siempre es necesario revisar el manual de instrucciones para conocer a fondo todas las funciones del reloj y sacarle provecho a cada detalle pensado para hacer que cada día sea más fácil salir a correr.