AC Milan no está en su mejor momento futbolístico, pero los resultados empiezan a aparecer. Luego de ganar el primer partido ante Tottenham por los octavos de final de la Champions League, ahora suma un nuevo éxito por la Serie A. Le ganó a Monza como visitante por 1-0 con el gol de Junior Messias en la primera mitad. El equipo de Stefano Pioli se consolida en puestos de clasificación a la próxima Champions.
Partido de tres puntos para los 'rossoneri', que logran sacar adelante porque convirtió cuando mejor estaba y supo sostener la ventaja hasta el final. El local tuvo sus oportunidades en el segundo tiempo, mostró determinación, pero le faltó mayor precisión para poder batir a Tatarusanu.
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No fue un partido vistoso en líneas generales, pero ocasiones no faltaron por ambos lados. Evidentemente, el momento de los 'rossoneri' demanda más resultados que funcionamiento, ya que si bien ha sido superior en gran parte del partido a su rival, lo cierto es que no es el mismo del que salió campeón la temporada pasada.
Pioli ha decidido apostar hasta por un cambio de sistema con línea de tres defensores para potenciar todavía más las subidas de Théo Hernández y para tener más presencia defensiva a la hora de las transiciones. En el ataque, en tanto, apostar por el desequilibrio y el juego directo más que la construcción. Y le dio resultado en esa primera mitad cuando llegó al gol al minuto 31 de juego con un buen gol de zurda de Junior Messias en la puerta del área.
Del lado del equipo de Raffaele Palladino se vio poco y nada en los primeros 45 minutos. Pero para la segunda parte, con el resultado solo con un gol de diferencia, se le fue animando al vigente campeón italiano con un disparo de Petagna en el área que encontró bien parado a Tatarusanu. Luego de los 60 minutos, empezó a apretar más arriba y a crear ocasiones certeras de peligro. Un remate de Rovella que se fue desviado y uno de Ciurria que dio en el palo amenazaban la valla del exarquero de Fiorentina y Lyon, entre otros.
En la parte final, Milan tuvo el gol para liquidarlo donde Tonali y De Ketelaere pudieron haber marcado, pero la figura de Di Gregorio salvó a Monza. Y la última del local para buscar el empate fue un remate desviado de Izzo, precipitado. No mucho más en un partido que fue bajando revoluciones con el correr de los minutos, pero que el visitante logró ganar.