El Pincha venció 2-0 a un Xeneize perdido y se hizo con la Copa de Oro del Mar del Plata. Los de Arruabarrena marcaron un récord nunca visto en 30 años: jugar tres y perder tres en el Torneo de Verano.

En Mar del Plata, Estudiantes buscaba asegurarse la Copa de Oro ante Boca. Su favorable resultado ante Racing por 4-2 lo obligaba a sacar por lo menos un punto para consagrarse.

Mariano Andujar tapó un gran remate en los primeros minutos, para que jugadas después el Pincha contraatacara y Gastón Fernández abriera el marcador de un primer y gran toque, gracias a un defensa xeneize que regresó sin velocidad ni criterio.

Ventaja que sirvió para que los de Nelsón Vivas se fuesen al descanso con una merecida victoria parcial, ante un rival que no pareció encontrarle la solución a su mala racha.

En otra frecuencia salió a disputar lo que quedaba de partido Boca. Quedó evidenciado en el segundo tanto de Estudiantes: Magallán perdió la pelota en la salida y Colazo terminó de cerrar un blooper que definió Elías Umeres, casi pidiendo permiso en el área chica rival.

La vuelta a las canchas de Fernando Gago, después del Superclásico en el Monumental fatídico para él, le dio cierto control al equipo de Rodolfo Arruabarrena. Ante un Estudiantes que no veía riesgos en el resultado.

Minutos después, como hacía un año atrás, Leonardo Jara se iría lesionado por un dolor muscular. Abandonó el campo de juego en camilla.

Boca perdió 2-0 ante un Estudiantes de La Plata que aprovechó su sentido malestar y se llevó la Copa de Oro de Mar del Plata. La imagen del equipo fue la de Rodolfo Arruabarrena, que se mostró frustrado y abatido desde el gol de Fernández. El Xeneize perdió los tres partidos que jugó en Mar del Plata, marca nunca vista en 30 años.