Los Philadelphia 76ers han sido arduamente criticados durante toda la temporada, pues no han sabido aprovechar al máximo su talento y constantemente se ven complicados ante equipos muy inferiores.
Es por eso que, después de muchos problemas para despegarse ante los Chicago Bulls, Joel Embiid mandó a callar a su afición después de embocar un triple, un gesto que generó bastante controversia.
Al final del partido, Embiid trató de aclarar que el gesto no iba dirigido hacia los demás, sino hacia sí mismo. No obstante, no caló bien en gran parte de la fanaticada del equipo de la ciudad del amor fraternal:
“Simplemente estoy molesto conmigo. Estoy frustrado, debo tratar de ser mejor en cada jugada. No me importa cómo se ve, yo solo estoy jugando baloncesto. Estoy volviendo a ser yo mismo, un buen imbécil”, declaró Embiid.
Embiid ha sido uno de los principales señalados por la crítica desde el inicio del año. Actualmente, los Sixers cuentan con récord de 33 triunfos y 21 derrotas, ocupando la quinta posición en la Conferencia Este.
Ahora, a Embiid le tocará levantar al equipo desde el ejemplo y no desde los gestos provocadores, pues cuentan quizás con el equipo con mayor cantidad de talento de todo el Este.
