No sería beneficioso para los amantes del Fórmula 1 el plan de austeridad que quiere llevar adelante Andrés Manuel Pérez Obrador.
El candidato a presidente de la nación no desembolsaría los 213 millones de dólares que requiere la renovación del contrato con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).
La actual administración saca esos recursos por los derechos que pagan los turistas por visitar México, de acuerdo al artículo 18-A de la Ley Federal de Derechos.
Sin embargo, López Obrador declaró que el impuesto turístico lo utilizará para el Tren Maya, en el sureste del país.
No solo esto, sino que Marcelo Ebrad, próximo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, confirmó la desaparición del Fideicomiso ProMéxico, por lo que se cerraran las 46 oficinas del exterior.
AMLO, por su parte, recortará presupuestos para juntar los 500 millones que se pierden en corrupción y 200 mil millones que se pierden en el gasto corriente. Por ello, el Gran Premio de México no entraría en las prioridades del gobierno.