Una verdadera lástima. La violencia y el fútbol parecen no separarse nunca, sea en el país del mundo que sea.
Brasil fue testigo de un partido histórico en el que Palmeiras derrotó por 2-0 a Cruzeiro y lo condenó a jugar al menos por un año enla segunda categoría.
Por primera vez en su historia, el equipo de Belo Horizonte no estará disputando el Brasileirao, y sus hinchas no reaccionaron nada bien.
El partido se llevó a cabo en el mítico Mineirao, que sufrió toda la furia de estos aficionados, que también se enfrentaron con la policía.
El día después, desde las cuentas oficiales del lugar, se mostraron varias fotos de los destrozos ocasionados.
Además de romper baños, televisiones y elementos ubicados en los pasillos, sacaron una infinidad de butacas para lanzar al campo de juego.
Lamentable…