El pasado domingo, cuando River ya se imponía sobre Boca en el estadio Santiago Bernabeu, por la final de la Copa Libertadores de América, Fernando Gago abandonó el campo de juego envuelto en bronca y dolor.
Es que el experimentado volante de Boca volvió a sufrir una severa lesión: la rotura del tendón de Aquiles. Como consecuencia de ello, comenzó a recibir palabras de aliento, incluso desde la vereda de enfrente.
Quien dejó toda diferencia al margen y lo apoyó fue Alejandro Domínguez:“Como colega, dejo los colores de lado. Es una tristeza enorme que tenga que pasar por eso, pobre. Después de tanto esfuerzo, que le haya tocado es horrible”.
“Aprovecho para enviarle todas las fuerzas y que tenga una pronta recuperación. Es algo muy psicológico, un profesional puede tratarlo de la mejor manera”, completó el Chori, ídolo del conjunto Millonario.