Hay una realidad que algunos todavía no logran entender. Cuando uno es pequeño, suele tener su fanatismo claro por un equipo de fútbol.
Luego, va creciendo y el destino lo puede llevar para cualquier lado, pero nada quita ese amor genuino por los colores.
Tanto los jugadores como los periodistas deportivos son los que más lo sufren, ya que reciben mucha críticas si revelan de qué club son hinchas.
Lo cuenta en primera persona Hernán Castillo, que en diálogo con Diario Olé habló del momento en el que decidió confesar su inclinación por River.
“Me vino bien que dejé de jugar a hacerme “el que no”. Y me vino mal que algunos hinchas deBocano pueden creer que puedo opinar de uno y de otro sin sacarme la camiseta. Creo que me la saco bastante, pero a veces no. De repente caés en el fanatismo, en querer defender de más, de reclamar más, tanto en contra como a favor”, señaló.
Luego, agregó: “Básicamente te libera por un lado y por el otro lado también como que te están esperando ‘a ver qué dice éste”. Un preconcepto de lo que vas a decir. Algo bien argentino”.