No hay escenario más perfecto para el hincha de cualquier equipo argentino. Es imposible superar el hecho de vencer al clásico rival en la final de la Copa Libertadores de América. Y River lo logró.
El pasado 9 de diciembre, en el estadio Santiago Bernabeu de Real Madrid, el elenco de Marcelo Gallardo superó a Boca Juniors por 3-1 y se coronó campeón de América por cuarta vez en su historia.
Y, este domingo, inmediatamente después de aterrizar en territorio argentino, los integrantes de semejante conquista se dirigieron al Estadio Monumental de Núñez para llevar adelante la fiesta del campeón.
Claro, como no podía ser de otra manera, se produjo la vuelta olímpica más esperada por todos. A bordo de un micro descapotable, los artífices del título se desplazaron en medio de aliento y fuegos artificiales.