Hoy el Staples Center de Los Ángeles se vistió de gala una vez más en honor a Kobe Bryant. Al ser 24 de febrero (2-24), se rindió un homenaje a Kobe y su hija Gianna, así como a los otros fallecidos el 26 de enero.
En este sentido, el invitado de honor de la noche fue nada más y nada menos que Michael Jordan, comparado enésimas veces con Bryant y considerado por la mayoría como el mejor jugador de la historia.
Jordan tomó el estrado para decir unas palabras acerca del difunto escolta, quebrándose en llanto ante la emoción que le causó despedir a quien tomó su antorcha cuando se retiró de la NBA:
“Tal vez les sorprenda que diga que fuimos amigos, lo fuimos. Era como mi hermano menor. No quiero hablar sobre nuestras comparaciones, sino sobre él. Con él todo se trataba de pasión, tenía una pasión extraordinaria. Este chico tenía una pasión como nunca se conocerá otra” , empezó Jordan.
“Cuando Kobe murió, un pedazo de mi murió junto con él. Murió un pedazo de todos nosotros, por eso estamos aquí. Descansa en paz, mi hermano pequeño. Tu hermano pequeño siempre te quiere sacar todo, pero después quiere ser tú o más que tú porque te admira. Si amas algo, con pasión, vas a ir al extremo para entender. Ya sea helado, gaseosas, hamburguesas… Si te apasiona, vas por ello. Kobe Bryant para mí fue la inspiración de saber que quería ser el mejor jugador posible. Cuando lo fui conociendo, quise ser el mejor hermano mayor posible”, añadió.
Posteriormente, el seis veces campeón de la NBA se refirió a su hija Gigi como “ese regalo que Kobe nos hizo a todos.Como jugador, hombre de negocios, contador de historias y padre. En el básquet, en la vida, como padre. Kobe lo dejó todo”.
Para finalizar, Su Majestad bromeó diciendo “le dije a mi esposa que no haría esto no quería volver a convertirme en un meme, ahora tengo que ver otro meme mío llorando por los próximos tres o cuatro años, pero eso es lo que causa Kobe Bryant en mí. Creo que todos lo que lo conocíamos podíamos decir lo mismo, que incluso cuando era un dolor en el c*lo, lograba afectarte personalmente. Saca lo mejor de mí y de todos”, concluyendo una de las ceremonias más memorables de la historia del deporte mundial.