Cuando los Lakers firmaron a LeBron James, esperaban que el veterano fuera un verdadero líder y mentor para sus estrellas jóvenes.

Sin embargo, esto, lejos de suceder, ha tenido incluso un efecto diametralmente opuesto en el vestuario angelino.

Y es que, después de que se filtró el interés de James por intercambiar a varios de los jóvenes para obtener a Anthony Davis, la química del equipo cayó considerablemente.

Ahora, tras criticar la falta de sentido de urgencia de sus compañeros, James volvió a arremeter contra los jóvenes:

“En este punto, si aún dejas que las distracciones afecten la forma en la que juegas, entonces esta es la franquicia equivocada para ti y deberías decir ‘oye, creo que esto no es para mí no puedo hacer esto'”.

James sigue criticando duramente a los que debería estar apoyando y la crisis de liderazgo se exacerba en los Lakers debido a la falta de autoridad del entrenador Luke Walton.

Queda claro que para conseguir el objetivo de llegar a los playoffs deberán cambiar muchas cosas, empezando por la actitud de los referentes del equipo.