Steve Kerr es un tipo temperamental y eso es algo que nunca ha ocultado, por lo que a veces puede llegar a perder la cabeza, incluso si eso implica meterse enproblemas.

Esta vez, el entrenador de losGoldenStateWarriorsse salió de sus cabales trasuna corrida de 20-4 que terminó de hundir a su equipo ante los PortlandTrailBlazers.

Tras un fallo no sentenciado sobre Draymond Green, Kerr lanzó su pizarra al piso, empezó a vociferar en contra de los árbitros y se ganó una falta técnica.

Esto solo sirvió para encolerizar aún más al veterano, que se abalanzó con ademanes en contra de los principales y, tras ser expulsado, saltó sobre el tabloncillo y no permitió que sus propios jugadores lo contuvieran.

Por si fuera poco, sus Warriors cayeron derrotados 129 por 107 en carretera.

Evidentemente, se espera que la NBA se pronuncie en repudio a estas acciones y sancione económicamente a Kerr.