Para nadie es un secreto que la temporada de los Green Bay Packers fue una terrible decepción. Lesiones, el bajón del nivel de Aaron Rodgers, las malas decisiones de Mike McCarthy y un roster carente de talento, condenaron a los queseros al fracaso.
Sin embargo, el mismo Rodgers reconoció que, lejos de excusarse, estuvo mucho más afectado físicamente de lo que se reportó originalmente desde el inicio de la campaña: “Realmente no estuve al 100% durante el año”, aclaró.
Aparentemente, Rodgers había sufrido una fractura de la tibia y una grave lesión en los meniscos desde la semana 1 de la temporada, dolencias que podrían haberlo marginado del emparrilladopor más de un mes.
No obstante, el Quarterback de los Packers se rehusó a retirarse del terreno y, si bien no consiguieron los resultados, tan solo lanzópara un par de intercepciones y para más de 4,400 yardas en toda la campaña.
Recientemente, se ha ventilado además la posiblidad de que Rodgers y los Packers podrían tratar de convencer a Jordy Nelson de salir del retiro para volver a Lambeau Field, considerando la falta de talento que los Packers tienen en su cuerpo de receptores.
Sea cual sea su decisión, se espera que el nuevo cuerpo dirigencial de los queseros sepa ¿aprovechar el talento de uno de los mejores mariscales de campo de todos los tiempos.