Luego de la expulsión de Iraizoz ante Barcelona vuelven a pedir que se revea la triada penal-expulsión-suspensión, algo que se viene debatiendo fuerte los últimos años.

A los 3′ del duelo entre Barcelona y Athletic el portero Gorka Iraizoz derribó a Suárez en el área. El juez Mateu no tuvo opción: penal y roja. Desde entonces el partido de desvirtuó y ya no tuvo sentido. 6-0 y un partido de suspensión para su arquero.

Pero no pasó desapercibido. Enseguida se recicló una polémica que para nada está cerrada. El propio Luis Enrique así lo reconoció al final del encuentro, lo mismo que Ernesto Valverde, el principal afectado. De hecho, la UEFA ya le planteó a la FIFA, en 2014, la necesidad de cambiar esta norma, algo que también se estudió en 2015 y está previsto volver a hacerlo el próximo mes de marzo, cuando es posible que se plantee, al menos, eliminar el partido de sanción.

“Está claro que en muchas ocasiones es un castigo excesivo. Si de verdad hay un cambio, ayudaría al futbol”, explicó Adán, portero de Betis. “Es una penalización exagerada. Con el penalti y una amarilla valdría”, profundizó Alfonso, segundo entrenador de Mallorca.

El cambio lo venía proponiendo UEFA en 2014 y la International Board, a cargo de las reglas del fútbol, lo aconsejó en la 129 Asamblea General. Pero luego la pelota quedó del lado de FIFA y a su Comisión Disciplinaria y su Comisión de Asuntos Legales: “No hará por el momento enmiendas al código disciplinario”, comunicó FIFA en mayo de 2015, un mes después.

La 130ª Asamblea General Anual de la International Board se celebrará en Cardiff (Gales) entre los días 4 y 6 de marzo de 2016 y este será uno de los temas más calientes.

¿Se quitará la expulsión para los penaltis que evitan ocasión manifiesta de gol si no hay violencia desmedida? ¿No habrá sanción de 1 partido para este tipo de infracciones? Todo está encaminado para que el triple castigo sufra modificaciones.

Esto dice el reglamento hoy:

Regla 12 – Faltas e Incorrecciones – Infracciones sancionables con una expulsión:

-malograr la oportunidad manifiesta de gol de un adversario que se dirige hacia la meta del jugador mediante una infracción sancionable con un tiro libre o penal