Hace más de 15 años, se hablaba de LeBron James como la nueva súper estrella del baloncesto, un joven que estaba listo para llegar a la NBA sin pasar por la universidad y que cambiaría por completo el juego.

En ese entonces, se hablaban incluso más maravillas de Sebastian Telfair, piloto neoyorquino que estaba cansado ya de romper récords estatales de anotación, y que prometía liderar la liga incluso por encima de LeBron.

Telfair llegó a la NBA directo de la secundaria con la selección número 13 del Draft de 2014, pero su displiscencia a la defensiva, inconsistencia y falta de madurez le impidieron tener una carrera exitosa en la liga.

Asimismo, Telfair nunca pudo desligarse de la vida de pandillero que tenía en la ciudad de Nueva York, y fue multado y sancionado en repetidas oportunidades por portar armas, llegando incluso a estar vinculado con un tiroteo en la discoteca de Puff Daddy.

Ahora, quien estaba llamado a convertirse en una súper estrella del baloncesto fue condenado a 3 años y medio de prisión por porte ilegal de armas de fuego y marihuana, convirtiéndose en otra lamentable historia de lo que pudo ser y nunca fue.