Hace algunos meses, el mundo del deporte se vio completamente conmocionado al enterarse del repentino fallecimiento de Tyler Skaggs, joven baluarte de la organización de los Angelinos de Anaheim.

El lanzador tenía un gran futuro por delante y nunca se conoció públicamente que existiera algún historial de abuso de sustancias. No obstante, al publicarse los resultados de la autopsia, se reveló que contaba con grandes cantidades de alcohol y opioides en el cuerpo.

En este sentido, durante semanas se especuló que alguien dentro de la franquicia podría ser el que le proporcionara la sustancias al serpentinero, algo que finalmente fue confirmado por un empleado de los Angelinos.

Aparentemente, Eric Kay, miembro del equipo de comunicaciones de la franquicia, confesó ante la DEA – oficina antidrogas de Estados Unidos – haberle entregado Oxycodone en repetidas oportunidades durante más de dos años.

Asimismo, Kay agregó que no solo los altos ejecutivos del equipo estaban al tanto de la situación, sino que, además, más jugadores de la organización también compartían el mismo hábito.

Al final del día, todo parece indicar que los Angelinos y la MLB tienen un enorme escándalo entre manos, y habrá que tomar medidas contundentes para prevenir que se pierdan más vidas en la liga a manos del abuso de sustancias.