Con el triunfo por 3-1 ante Olympique de Lyon, el Zenit ruso se convirtió en el único equipo con puntaje perfecto cuando se llevan disputadas tres jornadas de Champions League.
Si bien la fundación del equipo de San Petesburgo se remonta a 1925, no fue hasta hace apenas una década que comenzó a tomar preponderancia en el fútbol ruso, primero, y a nivel continental, poco después. Y aunque contaba con un título conseguido en 1984, durante el régimen soviético, fue en 2007, dos años después de que Gazprom, empresa estatal de gas, se convirtiera en accionista mayoritario del equipo, que conseguiría levantar su primera Liga Premier.
Para 2008, Zenit ya se había acostumbrado a codearse a nivel internacional, finalizando dos temporadas entre los 16 mejores equipos de la Europa League. Pero fue ese año en el que dio el verdadero salto de calidad, dejando en el camino a equipos como Bayer Leverkusen y Bayern Munich, y derrotando sin mayores problemas en Manchester al Rangers escocés por 2-0, celebrando así su primer título continental.
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Cada vez más abierto a la contratación de figuras internacionales, en 2012 fue bicampeón de Rusia, y tras un par de temporadas que, avocado a una nueva conquista europea, descuidó el certamen doméstico, volvió a la presenta Champions League, otra vez, como campeón.
Con futbolistas como Hulk, Danny, Ezequiel Garay y Axel Witsel, sumado al aporte de experimentados jugadores locales como Aleksandr Aniukov y Víktor Faizulin, ambos integrantes de la selección rusa, Zenit confeccionó un equipo que, sin el brillo mediático de los gigantes europeos, se volvió altamente competitivo.
Y mientras se espera que deslumbren equipos como Barcelona, Real Madrid, Bayern Munich, Manchester United o PSG, los de San Petesburgo sumaron tres victorias en fila, convirtiéndose en el único equipo con puntaje perfecto.
Le ganó al Valencia 3-2 en España, venció al Genk 2-1 y también triunfó ante el Lyon por 3-1, en la tercera fecha de la fase de grupos, transformándose, además, en uno de los equipos con mejor marca goleadora, promediando más de dos tantos por partido y teniendo la clasificación a octavos de final prácticamente en el bolsillo.
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