D’Angelo Russell inició su carrera con los Lakers, pero su periplo en el Staples Center fue poco menos que un fracaso. Primero no tuvo minutos suficientes y el equipo no carburó, y luego se involucró en controversias fuera del tabloncillo.

Todo esto terminó con Magic Johnson traspasándolo a los Brooklyn Nets, un movimiento que impulsó su carrera y lo convirtió en uno de los guardias jóvenes más cotizados del mundo del baloncesto.

Es por eso que, tras una temporada de All-Star y convertirse en agente libre, los Lakers volvieron a interesarse en sus servicios. Sin embargo, apenas y le hicieron una ínfima oferta de menos 100 millones de dólares por 4 años:

“Russell solo quería hablar con pretendientes serios y tenía tres: los Lakers que tenían poco menos de 100 millones en la mesa mientras esperaban por Kawhi Leonard. Los Timberwolves dispuestos a ofrecer mucho más de 100 millones pero tratando de limpiar su tope salarial, y los Warriors, que podían ofrecerle un contrato máximo si hacían un acuerdo de firma y traspaso con Kevin Durant”, reportó Anthony Slater de The Athletic.

Los angelinos pretendían pagar poco menos de 25 millones de dólares por un All-Star de 23 años que además habían dejado ir tan solo hace un par de temporadas, quizás la oferta más caradura de la historia reciente de la NBA.

Evidentemente, Russell se fue buscando pastos más verdes y terminó por firmar un contrato máximo para jugar junto con Stephen Curry, Klay Thompson y Draymond Green en la bahía de San Francisco.