Quedó claro que el deseo de Gustavo Gómez pasa por jugar en Boca, después de que su propio agente protagonizara un berrinche en las oficinas de la directiva de un Milan que no ha puesto voluntad en las negociaciones.
Y si bien en el club Xeneize mantienen esperanzas de concretar el fichaje del defensor hasta el 31 de enero, una oferta de Palmeiras habría complicado todavía más el panorama.
Es que el equipo brasileño cuenta con dinero fresco y con la necesidad de reemplazar a Yerry Mina, recientemente transferido al Barcelona, por lo que la oferta presentada al Milanhabría superado ampliamente a la de Boca.
La directiva del último campeón del fútbol argentino se mantiene, entonces, aferrada al deseo de Gustavo Gómez y a la presión que pueda ejercer su representante, pero al parecer no será suficiente para torcer una decisión que a estas alturas parece ya estar tomada por la directiva del rossonero.