La temporada de Phoenix Suns ha sido hasta el momento un sueño hecho realidad. Se encuentran en la final de la Conferencia Oeste de los Playoffs de la NBA luego de vencer de manera inequívoca a Denver Nuggets por 4 a 0.
Mucho de esto es gracias a Chris Paul. El base ha sido una figura paterna para todo el plantel. Actúa como un coach dentro del campo de juego y es un líder nato que convierte a cualquier equipo en ganador. En primera ronda sufrió una lesión en el hombro y aún así hizo diferencia con su manejo de los tiempos.
En las semifinales, sin embargo, fue cuando realmente se vio a la bestia que es el base de 36 años. Se lo notó sano finalmente y no sólo por cómo se movía, sino por lo activo que estuvo y por lo clave que fue. Al punto tal de ser el mejor jugador en una serie que tenía al MVP Nikola Jokic y a la co-estrella de los Suns, Devin Booker.
Chris Paul y una serie inmejorable
La cuenta de Twitter ESPN Stats & Info publicó una serie de datos que muestran lo especial y única que fue la serie que tuvo el #3 de Phoenix. 25.5 puntos, 10.3 asistencias, 5 rebotes y 1.3 pérdidas en casi 36 minutos por partido fue lo que promedió ante el equipo de Colorado.
De esta manera, se convirtió en el jugador más viejo en la historia en promediar 25 puntos y 10 asistencias en una serie de postemporada de NBA, tuvo el mejor porcentaje de tiro (84%) en los últimos cuartos de una serie, el segundo mejor ratio de asistencia a pérdida (8 a 2), y el tercer mejor porcentaje de tiro de media distancia (65%) en las últimas 25 temporadas. Nada que agregar, CP3 está jugando su mejor básquet a los 36 años.