Luego de desempeñarse de forma más que destacada en varios clubes de su país natal como Olimpo y Estudiantes de La Plata, José María Basanta, a mediados del 2008, optó por afrontar uno de los objetivos que todo jugador tiene cuando comienza a incursionar sus primeros pasos en el mundo del futbol: jugar en el exterior.
Dándole un gran salto de calidad a su carrera como futbolista profesional, el argentino, en dicho mercado de pases, fue oficializado como refuerzo de Monterrey. Sin que ambas partes lo supiesen, aquella contratación en esa ventana de transferencias terminó siendo el inicio de una historia de amor que perduró por más de una década.
Habiendo anunciado ya su salida de La Pandilla a más de una década de haber pisado suelo mexicano, Basanta, en diálogo con EFE, se mostró eternamente agradecido con la institución de la Liga MX que le abrió las puertas y apostó por él en su momento. “Rayados me permitió hacer lo que más me gusta así que siempre lo llevaré en mi corazón“, aseguró.
“Nunca me voy a arrepentir de la decisión que tomé en junio del 2008 de venir a México, después de 12 años puedo decir que fui feliz por la etapa ganadora que me tocó abrir en el equipo. Coincidió mi llegada con una época ganadora de la institución y eso me deja buenos recuerdos“, agregó el defensor haciendo un gran resumen de su ciclo en Monterrey.
Destacando algunas cosas puntuales de su paso por la institución mexicana, José María, exteriorizando que de La Pandilla se lleva los mejores recuerdos posibles, cerró: “Pasé muchas cosas en Monterrey. Lo mejor fue el nacimiento de mi hija y en lo deportivo los campeonatos. Mas allá de las relaciones con los compañeros y personal de la institución, me queda una satisfacción enorme porque con sacrificio le dejé varias copas a Rayados”.