Al fin Monterrey pudo levantar un trofeo en su propia casa, el Estadio BBVA Bancomer. Fue merecidamente frente a Tigres, el archirrival y la noche fue pura alegríajuntoa la afición de Rayados.

Los seguidores auriazules deliraron en el festejo con mucho color, más algunas canciones, y con las manos en alza en una comunión muy esperada con el plantel profesional.

Tanto el Cuerpo Técnico como la autora del gol consagratorio, Diana Evangelista, destacaron el hecho de haber dejado atrás la famosa “maldición del Gigante de Acero”ya que, desde el estreno del actual inmueble, La Pandilla nunca había podido coronarse.

“Esto es para quienes decían que nunca íbamos a poder ser Campeones en esta cancha, se terminó”, se descargó la delantera que les dio el Campeonato a las albiazules.

Fue la “venganza” del certamen pasado, cuando se dio la misma Final y las universitarias celebraron. ¡Salud y felicidades, Campeonas!