Boca vive una realidad muy diferente de la que se replicó de medio en medio durante todo 2019, sin hacer las averiguaciones pertinentes y solo por hacer correr la voz oficial que salía de las oficinas del club.

Apenas asumió la nueva comisión directiva, con Jorge Amor Ameal como presidente, se tomó nota de que las arcas del Xeneize no estaban repletas como decían, sino que casi no había dinero más allá de que se habían ingresado cerca de 60 millones de dólares en ventas.

En la planificación del armado de la nueva plantilla, Miguel Ángel Russo fue puesto al tanto de que para que llegaran refuerzos, necesariamente en Boca deberá haber salidas. No solo cesiones, como suele suceder con aquellos que no tienen lugar, sino también alguna venta que provea del dinero fresco para salir al mercado.

Si bien Bebelo Reynoso, Agustín Almendra y Julio Buffarini parecerían ser, hoy por hoy, los principales futbolistas a vender; lo cierto es que la directiva Xeneize decidió que en el presente periodo de transferencias ningún jugador sea intransferible.

Así lo aseguró en SportCenter el periodista Diego Monroig, quien avanzó que más allá que Russo pueda ir delineando ya un equipo titular, si llega una buena oferta por uno de esos futbolistas que integren el 11 de gala, igualmente podría ser vendido.

Por el lado de Jorge Amor Ameal, hasta ahora ha intentado salir del paso diciendo que apenas haya novedades sobre alguna incorporación serán informadas a la prensa y a los hinchas. Aunque por ahora, nada de nada.