El Clásico de Porto Alegre se jugó por primera vez en la Copa Libertadores. La intensidad del partido se hizo sentir desde los primeros minutos.
Las miradas también estuvieron puestas en Paolo Guerrero, la figura y goleador del Colorado. En el primer tiempo, el peruano ya fue protagonista de una polémica con un codazo sobre un defensor.
La agresividad en el juego no bajó en los 90. Si bien hubo algunas opciones de gol, lo más destacado del juego fue la tensión y la adrenalina.
Sobre los minutos finales, todo se volvió un caos. En una jugada por la derecha, una dividida desencadenó en el caos total.
El juez, entonces, optó por botar a 2 por equipo. Después de eso, la cosa se descontroló. Empezó una campal en la que titulares y suplentes se repartieron puñetes por doquier.
De igual manera, el partido se restableció. Gremio presionó más pero no consiguió anotar. Entonces, casi a los 105 minutos, el arbitro pitó el final. Así, el Clásico del Porto Alegre terminó 0-0, con más peleas que fútbol y goles.