Parece insólito, pero horas antes de que se declara la cuarentena nacional muchos se fueron a la costa. Alrededor de 20 mil personas se dirigieron a las zonas turísticas.
Los intendentes de dichos lugares cerraron todos los comercios y hasta la playa para evitar que salgan. Una medida para recordarles a todos que están no son vacaciones.
Gran parte decidió irse para estar allí hasta el 1 de abril y después volver a su domicilio. Pero parece que esa actitud irresponsable tendrá sus consecuencias.
El gobierno, que analiza extender entre una y dos semanas más el aislamiento, no los dejará volver. Obligará a todos mantener el domicilio con el que arrancaron la cuarentena.
Un golpe duro para los que se creyeron más inteligentes que los demás. Deberán gastar más plata en su estadía en la costa y encima sin poder disfrutarla.
Para asegurar que no regresen, habrá controles policías en las rutas. En caso de no tener un justificativo, losdetendrán en el retén.