Todo indicaba que se iba hacer justicia en el partido entre Santa Fe y Atlético Nacional ya que el equipo rojo se fue adelante en el marcador con un gol a siete minutos del final del partido.
La anotación del equipo ‘Cardenal’ estaba acorde con el trámite del encuentro, pero cuando tienes jugadores de gran jerarquía individual como Andrés Andrade nada está escrito hasta que el árbitro pite el final del partido.
Luego de una falta sobre Estéfano Arango se sancionó penalti y el encargado de ejecutarlo fue el ‘10’ del equipo Verdolaga.
Al ‘Riflecito’ no le importó que ya se estuviera acabando el partido y, con los nervios de acero y la calidad que tiene, picó la pelota. 2-2 final y Atlético Nacional rescató un empate a pesar de jugar mal.