Una vez culminado el compromiso copero ante River -el cual, pese a la victoria en la Bombonera, significó también la eliminación de Boca en la Copa Libertadores-, Gustavo Alfaro sorprendió a todos los seguidores de la institución de La Ribera en conferencia de prensa.

Confesando que su principal deseo era “recuperar su vida”, el DT del cuadro argentino dio a entender que su paso como DT del club iba a culminar prontamente a fin de año.

A las pocas horas, fruto de los dichos del entrenador, en Boca comenzaron a sonar distintos nombres para hacerse cargo del primer equipo en caso que el ex Huracán no siga en su cargo a partir del 2020.

Al ser consultado por un hipotético diálogo con directivos del Xeneize, Gabriel Heinze, fiel a su estilo, replicó: “¿Cómo voy a tener un contacto si estoy trabajando en Vélez?”.

Tachando por completo un arribo suyo al conjunto de La Boca, El Gringo afirmó: “Mis actos son claros. Estoy en Vélez. Ahora terminará, me sentaré, hablaré, daré mi forma de pensar, me dirán por qué camino debe ir el club y después cada uno tomará las decisiones”.