Luego de una primera mitad en la que recibió un duro cachetazo ante el tanto de Valladolid gracias al penal deFabián Orellana, Sevilla se lanzó al complemento con la intención de empatar el partido correspondiente a laLiga Española.

Sin muchas respuestas a lo largo del tiempo reglamentario, la visita decidió apostar todas sus fichas a la última acción del partido: enviando a todos sus deportistas al área rival,Julen Lopetegui se la jugó a obtener un agónico empate antes del pitazo final.

Luego de una serie de rebotes en las que varios deportistas del Valladolid dieron por sentado que la pelota iba a salir, el esférico terminó en los pies de nada más ni nada menos que Bono, arquero del Sevilla que se mantuvo parado en el corazón del área a la espera de alguna oportunidad.

Sacando un remate impecable que dejó sin chances de reaccionar a tiempo a Roberto Jiménez, el guardameta de la visita estampó el 1 a 1 de forma más que épica. Bajo una lluvia de adrenalina, el portero, a pura felicidad, celebró la conquista junto al resto de sus compañeros.