Si bien Diego Maradona demostró que uno de sus principales amigos a lo largo de la vida fue un simple balón de fútbol, El Pelusa siempre contó con el respaldo y apoyo de su persona favorita en el mundo: su madre.

Dalma Salvadora Franco, popularmente conocida como “Doña Tota”, dejó este mundo en 2011 luego de sufrir un paro cardíaco y no recuperarse pese alas maniobras de resucitación empleadas por el cuerpo médico.

En diálogo con TyC Sports, haciendo referencia a la felicidad, el ex futbolista, visiblemente emocionado, lanzó: “Nunca dejé de ser feliz, el tema es que se me fueron mis dos viejitos… ese es el único problema”.

Dejando de lado distintos problemas que sufrió a lo largo de su vida vinculados a aspectos legales, Diego se sinceró y agregó: “Lo que me robaron, lo que me sacaron ylo que me siguen sacando no me importa”.

Sin poder contener las lágrimas y exteriorizando su angustia por la partida de su madre, Diego comentó: “Daría todo lo que tengo ahora por que mi vieja se aparezca por esa puerta”.

Agradeciéndole a Dalma por haberlo criado y acompañado a lo largo de su vida con mucho cariño y amor, El Pelusa, rememorando su infancia, cerró: “Me crié con amor”.