Allá por el año 1996, un muy joven Marcelo Salas llegó al fútbol argentino luego de haber deslumbrado a propios y extraños defendiendo la camiseta de la Universidad de Chile.
La nueva casa del temible artillero fue un River Plate que venía de ser el campeón de la Copa Libertadores de América y que quería seguir peleando por cosas importantes.
En apenas dos años, Salas se convirtió en un auténtico ídolo de la formación Millonaria. Sin embargo, lo que nadie sabe es que, antes, estuvo muy cerca de llegar a Boca Juniors.
“Llega mi representante en ese momento y me dice: ‘Marcelo, hay una opción de Boca Juniors’. Yo venía de dos o tres años en la ‘U’, fue a mitad de año de 1996 y me quería ir, quería buscar otras opciones, probarme en otro nivel de juego”, comenzó narrando.
“Fuimos, estuve en la Bombonera, estuve reunido con Pompilio que era el vicepresidente del club, estuve a pasos, a una firma en el fondo. Y ahí es donde nace la historia”, profundizó el ‘Matador’ en declaraciones brindadas a ‘Catenaccio Sport’.
“El acuerdo económico no estaba. Yo me reúno y me dicen que vamos a préstamo. Yo, con mi representante al lado, digo: ‘No, yo no vengo a préstamo. O me compran o no. Porque si vengo a préstamo por tres meses y me pasa algo, me vuelvo a Chile y no salgo nunca más”, añadió.
“Estuve concentrado en el hotel de Boca. Bilardo me dijo: ‘Mañana a las 10 entrenamos’. Yo le dije que no podía entrenar, que no había firmado un contrato. Al final volví a Santiago, jugué esa semana contra Huachipato en el sur, ganamos y el martes llegó mi representante y me dijo: ‘Marcelo, te quiere River’. Y yo digo que está claro que si me quiere River me tiene que comprar”, siguió exteriorizando.
“Al final me hicieron un favor porque llegué a River en un momento espectacular, un equipazo. En ese momento Boca era una gran institución, lo que quieras, pero no estaba en un nivel importante, estaba con muchos problemas internos y también de club. Entonces lo mejor que me pasó fue llegar a un buen equipo”, completó.