El éxito que ha tenido la selección de Canadá en las Eliminatorias Concacaf le permite llegar al Mundial de Qatar 2022 luego de 36 años de ausencia. Una de sus máximas figuras es el guardameta Milan Borjan, quien ataja actualmente en el Estrella Roja de Belgrado, pero ha tenido un pasado en Sudamérica donde supo estar a prueba en Boca, River y en Nacional de Uruguay.
Canadá vuelve a una Copa del Mundo y la historia de su arquero ha estado en boca de todos en Sudamérica. Su infancia estuvo marcada por la guerra de los Balcanes. En el año 2000, cuando tenía 13 años, se escapó de Belgrado producto del conflicto bélico que desintegró a la ex Yugoslavia. Huyeron a Canadá. “No había paz, te robaban , era muy feo vivir en mi país“, le contó tiempo atrás a Referí.
En Canadá no se fue el amor por el fútbol. Llegó a jugar en el Hamilton Thunder, que era dirigido por el uruguayo Jorge Armúa. Fue él quien lo llevó a probarse a Sudamérica. En 2006, atajó un tiempo en la Cuarta División de Nacional. Llegó a probarse en Boca, River y hasta llegó a ocupar el banco de suplentes en Quilmes, cuando estaba en la B Nacional. Sin embargo, nunca tuvo oportunidades y se fue a Serbia.
Según reveló Referí, durante su paso por Nacional, Borjan se hizo amante del mate, aunque lo tomaba con azúcar. En aquel entonces, compartió departamento con otro jugador de Cuarta División, Cristian Paz. El entonces director deportivo del club, Daniel Enríquez, se sorprendió con sus habilidades. “Durante esos meses demostró muy buenas condiciones y tiene una característica que me sorprende: no para de crecer“, dijo en su momento.
El tiempo le dio revancha a Milan Borjan. El último domingo logró el tan esperado boleto a la Copa del Mundo para la selección de Canadá, cuya última presencia en un Mundial fue en 1986. Es la primera selección de Concacaf en asegurar su clasificación a Qatar 2022. De aquel paso por Sudamérica, a este presente tan bueno donde estará en la cita mundialista, un caso único.