Todos sabemos que el fútbol uruguayo es sinónimo de pasión y así es conocido en el mundo de la mano de Peñarol y de Nacional de Montevideo. No obstante, aunque tal vez no sea tan famoso, ese fanatismo no solamente está en un deporte, sino que se traspasa a varios más.
La prueba de ello es el básquet, donde los equipos de la liga local son muy seguidos por los hinchas. Lógicamente, hoy en tiempos de pandemia y de partidos a puertas cerradas, ese calor y ese sentimiento no se puede ver de la misma manera.
Sin embargo, se siguen dando hechos insólitos como el que pasó este viernes. Eso sí: el que se dio en la Liga Uruguaya BBestuvo lejos de ser ejemplar y podría haber terminado en una tragedia sin precedentes. De hinchas, seguramente, tienen pocos los culpables de lo que pasó.
Capitolle acaba de ganar aAguadapor 108 a 81. La transmisión de la televisión hacía el cierre del encuentro y todos los jugadores se saludaban unos con otros como es normal. No obstante, en esa tranquilidad, se empezaron a escuchar lo que, en un principio, todos percibieron como tiros y el pánico fue total.
Rápidamente, hubo corridas y la pista de básquet, como la mesa de los jueces, quedó totalmente vacía producto de los protagonistas que querían buscar refugio: eran bombas de estruendos. Un grupo de simpatizantes, que podrían ser sancionados, tiraron bombas de estruendos que explotaron en la misma pista.
Se escucharon un par de explosiones y, al encontrar la causa de los mismos, la situación se calmó un poco. No obstante, según informaron desde Uruguay, hubo heridos, como un funcionario de la Asociación de Básquet de Uruguay, que sufrieron quemaduras.